lunes, 4 de julio de 2011

Tan cerca, tanto...

Y pensar que te tuve tan cerca. Tanto que casi podía tocarte con mis manos, sentir tu aliento en mi cuerpo, escuchar como me susurrabas al oído y decirme "te quiero". Estuve tan cerca, tanto que me despertaba cada mañana viendo tu mirada a mi lado, sonriéndome y saludándome con un "buenos días, princesa". Y pensar que todo esto en mi mundo intangible era cierto, mi mente me decía que sí, que era posible...
 Es lo que tiene soñar despierta, crees que ocurrirá y te mientes a ti misma. Entras en un juego peligroso que nunca sabes cómo acabará y ni quién será el ganador. No sabes que te juegas la cordura y hasta la vida.
Ahora tengo miedo de salir y verte, que me mires, que me digas "hola" sabiendo que no me quieres, que no me necesitas porque tienes a otra. Me olvidas sin conocerme, me odias sin haberme amado, te despides sin un saludo anterior... ¿cómo quieres que te olvide si te comportas de esta manera?
Deberías entenderlo. Estuve cerca, muy cerca, tanto que la impotencia que siento me está matando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario